La explotación de los recursos, en especial el de las industrias extractivas, juega un papel protagónico en el desarrollo económico y social del país. Sin embargo, la falta o poca confianza y transparencia en el buen uso de estos recursos, ligada a casos de corrupción en los distintos sectores que intervienen en la cadena de valor, hacen que el sector se vea asociado a un alto nivel de conflicto que cuestiona la sostenibilidad de las industrias extractivas en el Perú.
En los últimos años, actores vinculados al sector, han llevado a cabo diversos esfuerzos para lograr una adecuada sinergia y articulación entre actores gubernamentales, empresas, sociedad civil y comunidades, que ayude a lograr consensos para solucionar problemas específicos en los distintos territorios donde se desarrollan proyectos extractivos y que esto, posibilite una apropiada gobernanza entre los diferentes actores involucrados en el sector.
Uno de esos esfuerzos fue Rimay Moquegua, que en el 2021 luego de un proceso de diálogo multiactor, promovido por el Gobierno Regional de Moquegua y el Ministerio de Energía y Minas, produjo como resultado del proceso, un documento que recoge una visión local consensuada sobre el futuro de la minería y su aporte a la región.
En ese sentido y teniendo en cuenta la larga trayectoria que tiene la región Moquegua en procesos de diálogo multiactor, es que a inicios del 2022, junto con la ONG internacional Resultados para el Desarrollo (R4D) y el Instituto Brookings, iniciamos el proyecto “Fortalecimiento de la Gobernanza Minera en la Región Moquegua”.
El proyecto, que forma parte del Programa de Fortalecimiento de la Transparencia para Reducir la Corrupción (LTRC), busca construir y fortalecer la confianza de los diferentes actores clave de la región Moquegua que favorezca y promueva el diálogo e intercambio de experiencias y aprendizaje para la gobernanza minera en la región, contribuyendo al desarrollo regional sostenible de manera innovadora y con una mirada integral del territorio.
Para la implementación del proyecto se vienen usando y adaptando diferentes metodologías y enfoques de trabajo que han funcionado en proyectos e iniciativas similares en América Latina. Uno de los enfoques que el proyecto recoge en su diseño es el de TAP plus, elaborado por el Programa de Fortalecimiento de la Transparencia para la Reducción de la Corrupción (LTRC). Este enfoque busca identificar y priorizar soluciones que se enfocan en las piezas faltantes del ecosistema, tomando en cuenta los limitantes y las ventanas de oportunidad del contexto; además para garantizar el éxito de la metodología es necesario construir coaliciones sólidas e inclusivas de una misma diversidad de socios a nivel local y global.
Conoce más del enfoque TAP-Plus en el siguiente video
En esa línea, uno de los componentes que el proyecto trabaja es la construcción de manera participativa, del diseño e implementación de una comunidad de práctica y aprendizaje, donde los distintos actores de la sociedad civil, Estado, empresa y academia de la región Moquegua, puedan intercambiar sus conocimientos y experiencias prácticas, discutir temas y/o problemas existen en la región, además de generar los vínculos de confianza necesarios para proponer soluciones concretas, que puedan ser puestas en práctica para el desarrollo de la región.
Para el diseño y la construcción de la comunidad de aprendizaje y práctica en gobernanza minera en la región Moquegua, el proyecto viene llevando a cabo un proceso metodológico 100% participativo, involucrando desde el inicio del diseño a los actores clave de la sociedad civil, empresa privada, Estado, academia de Moquegua, para que, de manera conjunta, podamos construir un espacio que recoja y responda a las necesidades y problemáticas de la región.
En esa línea, como parte del proceso de diseño y construcción, se han desarrollado cuatro talleres entre presenciales y virtuales donde se han abordado diferentes temas, que van desde la conceptualización y definición de lo que son las comunidades de práctica y aprendizaje, pasando por reflexiones y discusiones sobre los aspectos fundacionales y de operatividad que deberían ser puestos en prácticas en el espacio, así como también definir el dominio de acción o temas que el espacio debería abordar.
A la fecha, la Comunidad de Aprendizaje y Práctica cuenta con un primer documento fundacional y además se ha consolidado el primer Grupo Impulsor que está conformado por las siguientes instituciones: La Mesa de Concertación de Lucha Contra la Pobreza en Moquegua, Gobierno Regional de Moquegua, CEOP Ilo, Cámara de Comercio e Industria de Moquegua, Propuesta Ciudadana, EITI, Fondo de Desarrollo de Moquegua, Colegio profesional de Economía, Instituto de Formación Social, Moquegua Crece, Minera Hampton Perú, Compañía Minera Southern Perú Corporation, MINSUS-GIZ, Compañía Minera Anglo American Perú, Colectivo Frida Morante Soria, MC Inversiones Perú SAC (subsidiaria de Mitsubishi Corporation).
Este primer Grupo Impulsor busca en una primera etapa fortalecer los lazos de confianza y de respeto mutuo, necesarios para construir espacios de aprendizaje y práctica en espacios multiactor y complejos como el sector minero; además de intercambiar experiencias y conocimientos en torno a temas priorizados por el grupo, para identificar soluciones prácticas en base a experiencias previas o buenas prácticas, que puedan ser replicadas en la región; para luego en una segunda etapa, hacer una convocatoria más amplia en donde diferentes actores identificados de los distinto sectores, se puedan sumar y aportar con su experiencia y conocimiento al desarrollo de la región.
Entre las próximas actividades que forman parte del diseño e implementación de la Comunidad de Aprendizaje y Práctica está el desarrollo de una agenda priorizada de temas y un plan de trabajo para el 2023.
A continuación, presentamos algunos productos que se han venido generando en estos primeros meses del proyecto:
