En los últimos años la industria minera evidencia avances significativo en la comprensión y manejo de sus temas sociales. Sin embargo, estos todavía no están integrado en el corazón de su actividad. En este sentido el funcionamiento de la actividad extractiva no está diseñado para gestionar los temas sociales asociados al desarrollo de sus operaciones. Estos son vistos como externos al negocio y, por su naturaleza, son considerados poco gestionables en términos de los sistemas internos de las compañías.
Para responder al reto de la gestión social de los proyectos mineros, las empresas del sector tienen que enfocarse en tres ejes de mejora para lograr una verdadera licencia social que les permita operar de acuerdo con sus planes y el presupuesto de inversión asignado.